06 diciembre, 2007

Coincidencias Sospechosas




La fotografía la tomé en Chefchauen. Sirvió de inspiración para un blog en el que denunciar tantísima música que suena sospechosamente a otra música y que sirve para que ese grupo venda. A cualquier precio. Lo de siempre, en el XXI todo vale, todo es inspiración, no plagio.
¿Pero por qué hay grupos que solo suenan a otra cosa?
En fin, todo se va a unir en esta página. Demasiados blogs hacen que todo se desatienda. Así que será aquí...
No vale todo, no puede seguir saliendo por la tele sin pasar vergüenza, una vergüenza que se asimila mostrando un fiderigno mapa moral de nuestra sociedad) gente como Ana Rosa Quintana, Lucía Etxebarría, Amaral... Eh!, y tampoco vale con pagar en el tribunal y tan amigosssss.

21 noviembre, 2007

Salamanca Letra Contemporánea


Rueda de prensa presentación del proyecto Salamanca Letra Contemporánea que coordinaré para la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura.
La concejala de cultura Isabel Bernardo y yo presentamos a los medios el programa, la mecánica a través de la cual conseguir unir a toda la gente que escribe en la ciudad entorno a un proyecto común, crear sobre lo ya creado: exposiciones, paisajes, las formas y los momentos de la ciudad.
Para más información en el Blog www.salamancaletracontemporanea.blogspot.com

24 julio, 2007

Aproximación a una Poética



Escribir es, más allá de toda racionalización, un impulso. Yo empecé en 1992, no sé por qué. Los impulsos que entonces me hicieron expresarme de una forma poética, en verso, son ahora anecdóticos, productos de una edad. Pero aquel día escribir fue como un virus inoculado. Mi comienzo, mi interés por la literatura, era casi tardío, y todas las carencias culturales, todo lo que mis profesores no habían conseguido despertar hasta ese momento, se convirtió en materia por descubrir para la escritura. Como con una tenia, la vida –los libros, la música, las cosas– pasó a formar parte de lo que yo necesitaba para alimentar a ese animal insaciable.

Ese vislumbrar de la creación me hizo comprender que el camino era infinito, que la comprensión del hecho artístico que es el poema no podía ser limitado dentro del poema, ni en la palabra. Así, crear aparece como una necesidad que no necesita excusa. Sin ningún sentido, sin respaldo o disimulo crítico, y sin deseo real –no literario– de entender.

El ansia de hacer algo desde cero, por naturaleza imposible, ese vértigo de la búsqueda de una creación pura, abrir esa brecha entre las palabras, en la forma de una pintura, produce la chispa que imagino visible en las neuronas ante la comprensión o el descubrimiento, esa adrenalina, de una realidad antes oculta.

Las endorfinas nos hacen entender que todo el intelecto, toda pasión, es un fenómeno estrictamente físico. Y en eso soy físico, soy ilógico. Busco entender la existencia y llego siempre a un espacio vacío, a la cuenta atrás. Disfruta de la vida –me digo–, e intenta aportar algo a los otros, crear más placer extraño a través del arte, serotonina, acaso una pieza en el puzzle que somos los hombres.

19 junio, 2007

Dreams Manual, manual de Sueños



Dreams Manual o Manual de sueños, instrucciones de uso.
Proyecto que crece desde hace más de diez años. Había que dejar que sangrase un poco, darle aire. Así, he decidido empezar a publicar la única parte "mostrable" del proyecto, la selección de citas que he ido recopilando en estos tantísimos años.
Iré publicándolos poco a poco, para darle un poco de vidilla a la página. El proyecto sigue creciendo, así que podéis agregar o enviarme por correo electrónico los textos como queráis. Serán bienvenidos.

12 junio, 2007

Carver, 2007


Miro cómo descargan las cajas, las maletas y la ropa. Holits lleva algo de lo que cuelgan correas. Tardo un momento, pero después me doy cuenta de que es una brida. No sé qué hacer ahora. No tengo ganas de hacer nada. Así que saco los Grant de la caja. Acabo de ponerlos ahí, pero los vuelvo a dejar. Los billetes han venido de Minnesota. ¿Quién sabe dónde estarán la semana que viene a estas horas? A lo menor en Las Vegas. Lo único que conozco de Las Vegas es lo que veo en televisión, es decir, nada de nada. Me imagino uno de los Grant llegando hasta la playa de Waikiki, o a alguna otra parte. Miami o la ciudad de Nueva York. Nueva Orleáns. Pienso en uno de esos billetes cambiando de mano en Martes de Carnaval. Pueden ir a cualquier sitio, y gracias a ellos puede ocurrir cualquier cosa. Escribo mi nombre con tinta en la ancha y marchita frente de Grant: MARGE. En letras de imprenta. Lo repito en todos y cada uno. Justo encima de la pobladas cejas. La gente se detendrá en el momento de pagar, preguntándose: ¿Quién es esta Marge? Eso es lo que se preguntarán, ¿quién es esa Marge?
Entra Harley y se lava las manos en mi lavabo. Sabe que eso es algo que no me gusta. Pero él lo hace de todos modos.
—Esos de Minnesota —dice— Los suecos. Están muy lejos de su casa.
Se seca con la toalla de papel. Quiere que le cuente lo que sé. Pero no sé nada. Ni parecen suecos ni hablan como tales.
Trad. Benito Gómez Ibáñez
Ed. Anagrama
Raymond Carver, La Brida



Título: Carver, 2007.
Acrílo, lápiz y barniz sobre tabla, 60 x 60 cm.

28 mayo, 2007

El Cielo de Salamanca, La Clerecía



Lo dicho, cuanto más alto más dura la caída... en fin, el espectáculo —porque no nos engañemos, esto es un chou—, ha gustado bastante a la gente, a la variedad del público, que ya es decir. Sea pues que igual no ha quedado tan raro como parece desde allí arriba.
Agradezco a La Gaceta de Salamanca las fotografías.



El poema que leí, y que publiqué en el libro, es una especie de manual de intrucciones para los que le escriben "poemas a los sitios", R.P. dixit.

Poemas contemporáneos
pero que hablen de la ciudad de una forma nueva.
Siempre del otro lado del futuro.
Junta los elementos: luz y sombra, hambre y olvido,
la piedra y un recuerdo;
un cóctel lleno de ilusión y qué mejor,
cierra el poema con un eco grecolatino.
La luz que como las palabras no da forma,
se deja llenar de lo que observa.
Lo dijo de otra forma Horacio,
es la naturaleza la que hace digno de elogio un poema o es el arte.
Almonte, 29 de abril de 2007

En el libro hemos participado Isabel Bernardo, Antonio Colinas, yo, Asunción Escribano, Juan Luis Fuentes Labrador, Luis García-Camino, González Quesada, Mª Ángeles Pérez López, José Manuel Regalado, Charo Ruano, Zamarreño y Vacas.

23 mayo, 2007

Revista Álamo. Homenaje a Pepe Ledesma

Controvertida presentación poco más de año de la muerte del amigo y en el día en el que hemos celebrado además su nacimiento.
En fin, contaré con calma cuantos hemos participado en la revista, pero ni están todos los que son ni son todos los que están.
De momento, y a falta de otra información, dejo aquí mi texto. Lo escribí durante la presentación de la antología Las monedas de hiedra, de Zamarreño y Mercedes Marcos, de cuyo diseño y maquetación me hice cargo. En fin, lo escribí en el Licéo, en el que se repasó a su personalidad y su obra, y lo rehice en Zafra. No sé en qué parte lo aprecio por el cariño que puse en el texto y en qué otra por su calidad literaria:
El viaje que se esconde en la palabra
te guarda, aquí, del otro lado,
libro primero en que eres sombra.

Ese hueco que es libro, tu sonrisa,
la ilusión que ponías a todo lo que hiciste,
contra la realidad absurda,
tus palabras, las verdaderas,
las desconocidas,
la necesidad de escribir
contra el tiempo, la intemperie.

Entre el silencio del que escribe y
el alboroto de un sol de invierno
lento, materia real, quedas tú,
sublimando los espacios, este hambre.

Salamanca, 18 de diciembre
y Zafra, 29 de diciembre de 2006

05 mayo, 2007

Divertimento


Yo era aquél yo decía esto-->
el círculo del sueño que vuelve a sus andadas sobre el círculo del sueño que vuelve a las andadas sobre el círculo del sueño que vuelve a las andadas sobre el círculo del sueño que vuelve a sus andadas sobre el círculo que
[Pluma Seca]


A petición del público que no me entiende la letra transcribo este juego que no era más que una mancha, algo que escribir para que la tinta corriese. Me resultó gracioso cuando lo encontré en la papelera.
Enlaza de alguna forma rara con un pictograma que realicé hace casi 15 años. Todo está ahí, solo hay que saber sacar el agua.

15 abril, 2007

Poemas para el frigorífico


Cuaderno de El Prado
La semana pasada Raúl Aragoneses me regala un juego de imanes para construir poemas en la nevera. Utilizo sin darme cuenta la palabra "construir" cuando siempre es así, pero en este caso como un puzzle, un laberinto de bolsillo como decía Oscar Olivo, inventor de los Magiogramas.
Tan fútil y tan no duradero componer un poema sobre la nevera de tu casa como hacerlo sobre el papel, sobre mil ejemplares.
510 imanes para jugar con la fragilidad del tiempo. Qué pereza luchar contrarreloj.

02 abril, 2007

Teatro Liceo, Sala Marte

Un paraguas, un lugar en el que acoger esta actuación multidisciplinar. ¿Existe ese concepto? La disciplina es una sola, la creación de algo.
Jean Cocteau dijo: “Yo sé que la poesía es indispensable, pero no sé para qué”. Indagar en este tema o mostrar un fruto cualquiera. Junto a Jesús A.M. y Emilio Papel haremos de cobayas. La investigación que es hurgarse siempre en los propios bolsillos, como si no supiéramos desde el principio qué es lo que hay allí... En breve, intentaré colgar el video completo del acto. De momento dejo una imagen...

En la sombra Emilio, luego yo, y Jesús.
Foto: Almeida. El Adelanto de Salamanca.


13 marzo, 2007

Mariano García Torres

EL SILENCIO ROTO, 1996. Ed. ALGAIDA 390 págs. ISBN: 8476475934.
SE VAN MURIENDO LAS ROSAS, 2000. Ed. ALGAIDA. 427 págs. ISBN: 8484330117.


Mariano García Torres muere ayer. Lo pensé por la tarde y ahora me sobresalta esa idea en la presentación del libro de Charo Ruano, un libro entorno a la muerte.
Fue con Silencio roto, nos conocimos en la presentación que hizo en Salamanca de su primera novela. Cercano, amable, amigo, me entregó su tarjeta en papel verjurado y me invitó a visitarle.
— Vivo aquí cerca en un pueblecito de Zamora, Corrales del Vino.
Todavía guardo la tarjeta, aunque despegué el doble papel. Pero en 1996 yo tenía veintiuno. Siempre pensé en ir, cada vez que la tarjeta parecía, pero luego me pareció molestar. Los años corren con una velocidad de vértigo, y un año después —pasó en un descuido— ya tenía mis dudas. Ir a ver a un escritor con mayúsculas —ocho horas al día rezaba en la solapa— a su retiro…
Ocho años después yo no recordaba el nombre del pueblo y Gemma, que trabaja conmigo, vivía en Corrales, ese era el nombre. Un nombre vago y el recuerdo de ese escritor que vivía en algún pueblo a mitad de camino con Zamora. Hace un par de años o algo más me vino a memoria su nombre. Le pregunté si le conocía. Sí, claro, me contó que "Mariano el escritor" seguía viviendo allí. Que tenía muchos problemas de salud y su madre también. Tiempo después me dijo que Mariano se trasladaba a vivir a Valencia, a un clima mejor, luego en saltos de tiempo que pasaron en nada: «su madre está muy mal, se está muriendo», «la salud de Mariano está cada vez peor», y la frase anterior a la del día de ayer «Mariano está en coma».
Dos novelas y la casa que nunca visité y el café que no tomamos y un cariño raro que yo solo he creado por una persona a la que a penas conocía, Mariano G. Torres, mitificado ahora en una necrológica que reza:

Reside durante casi toda su vida entre Suecia, Francia, México, Brasil y Argentina. Su actividad literaria comienza en su adolescencia. Trabaja como secretario y colaborador del Nóbel guatemalteco Miguel Ángel Asturias, hasta que tras su fallecimiento en 1974 se traslada a América Latina y entra en contacto con Neruda, Borges, Sartre y Cortázar. En 1975 comienza sus colaboraciones en prensa. En 1996 publica su primer libro, El silencio roto con el que gana el premio Ateneo de Sevilla de novela. Su segunda novela Se van muriendo las rosas fue unánimemente elogiada por la crítica por su afortunada conjunción de excelencia narrativa y compromiso ético. García Torres falleció en Valencia el 12 de febrero a los 55 años. Sus restos han sido incinerados en Valencia y trasladados a Corrales del vino, provincia de Zamora, para recibir sepultura.

En mi recuerdo —porque también se recuerdan como reales cosas que tan solo imaginamos— salgo del Zócalo de México D.F., queda a mi derecha el Palacio de Bellas Artes, a la izquierda entro a saludar ya con prisa a mi amiga Tania Ringewaldtla, directora entonces de la librería Gandhi: "Nos vemos en la noche". Salgo con el paso acelerado, al fondo Reforma. Un poco más adelante entro a velocidad en ese Sanborns de mi imaginación en el que he quedado contigo, a tomar el café que tú y yo teníamos pendiente.