15 abril, 2007

Poemas para el frigorífico


Cuaderno de El Prado
La semana pasada Raúl Aragoneses me regala un juego de imanes para construir poemas en la nevera. Utilizo sin darme cuenta la palabra "construir" cuando siempre es así, pero en este caso como un puzzle, un laberinto de bolsillo como decía Oscar Olivo, inventor de los Magiogramas.
Tan fútil y tan no duradero componer un poema sobre la nevera de tu casa como hacerlo sobre el papel, sobre mil ejemplares.
510 imanes para jugar con la fragilidad del tiempo. Qué pereza luchar contrarreloj.