01 junio, 2011

Alfonso Reyes: Cuestiones gongorinas, 60


He encontrado la nota en una libreta de 2001, una cita de Alfonso Reyes que siempre repito de memoria y ahora he comprendido que, como cualquier imagen, como el recuerdo de una habitación o de una cara, ha crecido o menguado, se ha metamorfoseado. Se la he dicho a amigos de los dos continentes y ahora veo como ha ido variando con los años.
Esta es la frase que repito de memoria a mis amigos:
Es lo malo de los libros que no se publican: que se le va a uno la vida en reescribirlos. 
Y esta es la cita original:
Esto es lo malo de no hacer imprimir las obras: que se va la vida en rehacerlas.
Al buscarla exactamente en internet veo y recuerdo que la saqué de las Discusiones de Borges. Si es así la encontré a principios de 1995, cuando leí en Irlanda los cinco tomos de Borges en la edición de Círculo de Lectores. Eso suma dieciséis años. Me llama la atención cómo la frase ha venido a transformarse en el español peninsular, sí, pero también a mi tono de expresión, a una forma propia de decir las cosas. La memoria es una traidora comodona que nos ayuda en todo: borra los estambres del dolor, redibuja la forma más hermosa para hacer la vida más llevadera.
Más allá de esta meditación acerca del tiempo la nota sirve, con su traducción, para muchos amigos a los que animo y a veces he obligado a publicar.