Esta ciudad necesita que alguien se pare para empezar a moverse. cuando seguimos caminando tras otra parada en la Plaza de Anaya una pareja me preguntó:
—Oye por qué hacéis esto, protestáis por algo?
—No...
—Entonces...
—Es una acción callejera, arte.
No se convencían.
—¿No os ha gustado?
—Sí, eso sí, ha sido extraño...