La cosa es bien sencilla: una brecha de luz se abre sobre la nada y de ella aparecen las imágenes. La creación no existe, damos forma a partir de nosotros mismos, solo de nuestro contacto con el mundo.
Las manchas que ese paso produce son las de la realidad (signifique lo que signifique si alguien lo sabe), son el tiempo (o esa impresión de su paso por la memoria), las formas de lo visible, las del tacto.
De esas figuras parte esta otra mirada: modelar sobre la luz de otros pintores, de otros ámbitos. Raquel Barbero y Helena Robledo dan forma a ese blanco del lienzo desde cero: la luz, la mirada del otro, el tiempo sin adjetivos.
La huella de Velázquez, de Klimt, de oriente, de Botero, Venus de Samotracia, meninas de Picasso, de Modigliani. La creación es recreación, pintar en blanco es copiar, pintar sobre los clásicos, antiguos o modernos, es indagar en uno mismo.
Las manchas que ese paso produce son las de la realidad (signifique lo que signifique si alguien lo sabe), son el tiempo (o esa impresión de su paso por la memoria), las formas de lo visible, las del tacto.
De esas figuras parte esta otra mirada: modelar sobre la luz de otros pintores, de otros ámbitos. Raquel Barbero y Helena Robledo dan forma a ese blanco del lienzo desde cero: la luz, la mirada del otro, el tiempo sin adjetivos.
La huella de Velázquez, de Klimt, de oriente, de Botero, Venus de Samotracia, meninas de Picasso, de Modigliani. La creación es recreación, pintar en blanco es copiar, pintar sobre los clásicos, antiguos o modernos, es indagar en uno mismo.
Fernando Díaz San Miguel
[Texto para la exposición "Bajo la mirada de otros", Sala de Exposiciones de Caja Duero. Del 16 de noviembre al 19 de diciembre de 2009].
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