13 marzo, 1997

II Ciclo de Poesía, Ayuntamiento de Salamanca

Me encuentro con el folletito que el Ayuntamiento realizó en 1997 y me sorprendo con los poemas publicados allí.
El ciclo, organizado por el Ayuntamiento de Salamanca y coordinado por Víctor M. Díez, abría ese febrero con Antonio Colinas, luego Ezequías Blanco, yo el tercer jueves, seguido de Luis Frayle y luego, gente de Álamo como Juan Luis Fuentes Labrador, José Ledesma, Luis García-Camino y Julio de Manueles. Ivar B. Matusevich, Concha Panero, Julio Borrego y Manuel Pérez López —como Iulius Agnus y Manolus Abbat— dejaron su palabra, al igual que José Manuel Regalado, Julio Rodríguez Sorias –“aquel muchacho claro que hablaba a las cigüeñas” apunté a mano el día de su lectura–, Emilio Rodríguez, José del Río y Ana María Sánchez que cerró el ciclo.
El 13 de marzo realizo una lectura de mis poemas. Presentado por Tomás Acosta Píriz extracto, supongo, leo cosas mis libros previos Hojas u Oscilaciones, y Una casa en las afueras, del ya publicado Poemas Menores, y el libro en preparación Poemas Mayores.
En aquél folletito publico un extracto de "Sagitario" que finalmente no incluí en Poemas Mayores y con el que no sé muy bien qué hacer, y de Una casa en las afueras:

Llegada al país del mar de agua

Hay domingos de los que te quedas en la cama, en que al despertar adviertes
que tu cama ya no está en la misma casa ni el mismo país de antes.
Y ves que ya no se trata del país de la confusión,
sino del país de las voces que empiezan a llamarte hombre,
el país de los recuerdos y las casas de madera,
el país del mar de agua.

Oxford, 1 de mayo de 1995

Sagitario, XI

Puedo escuchar sagitario el rumor de tu adiós
puedo escucharte en esta noche que ya no es nuestra
susurrando a mi oído tus secretas palabras *13
puedo invocar tu recuerdo cuantas veces quiera
y habrá de ser por fin en su rutinaria invocación
eco que me sorprenda todavía en muchas camas
en lugares que no quiero no alcanzo a imaginar
y a los que habrá de llegarme como un soplo de aire
aquél mordernos los labios con tanta impaciencia
y las olas del mar a los pies arrancándonos la arena
mientras llega hasta nuestros desgastados recuerdos
el abrazo el perdón la misericordia del tiempo.

13. The James: P.S.

República Dominicana y Salamanca, entre el 4 de febrero y el 5 de mayo de 1996

La fotografía del cataloguito fue una sesión divertidísima y horripilante que hice con mi amigo Yiyi y un carrete de blanco y negro, en la que la única foto que pensé oportuna es ésta en la que el temporizador ya estaba en marcha y me entró la risa... cómo nos lo pasamos aquella tarde.

2 comentarios:

. § . dijo...

si el segmento poetico que vivimos con el poema se abra hacia su muerte en el momento que escribimos pero que no rayamos ¿cuando se hara efectiva la escritura que nos rememore a un momento melancolico sin igual, es decir al fin del dolor?

Verónica dijo...

Esta mañana me he encontrado con algunos de tus poemas, de "Poemas finales" y... bueno, en realidad siempre he pensado que la poesía salva y la tuya me ha venido como anillo al dedo para este momento de mi vida. Además yo tamién soy salmatina y no sé, me ha hecho ilusión saber que gente "cercana" siente así (y expresa asi). Simplemente gracias :). Te seguiré la pista poética.

Saludos!