10 octubre, 2010

Creep, memorias en 8bits



Reducir la imagen a píxels, el sonido a bits... o cómo hacer con el relato. También versionable con un cuarteto de cuerdas o con un piano, cuando este Creep de Radiohead pasa tiempo sin sonar en casa o en el coche, siempre me trae la imagen del momento primero en que la escuché: estaba en Irlanda.

Entré en la habitación de Mac porque todos pululábamos con la casa y los poco días que no salíamos de fiesta no queríamos dormir. Mac estaba ya en la cama escuchado los cascos, se había comprado un disco nuevo en España y solo había encontrado una versión en cinta: Espera, que te la pongo. Me senté al lado de él en la mugrosa carpet de nuestra casa para poder ponerme sus auriculares. Entonces no pensábamos tanto en esas cosas, la alfombra o el fregadero o los bares. Entonces apretó "play" y sonó algo que tampoco decía mucho, una voz grave, raro... luego sonó la guitarra.

En Alemania, al año siguiente, compré el EP My Iron Lung. Junto a la imagen de la habitación de Mac en Irlanda está la del Volkswagen de Frank Müller, saliendo de Kaufbeuren mientras suena esa otra versión que decía "very" en lugar de "so fucking special" camino de Stuttgart en donde habíamos quedado con Yiyi. Horas extrañas que vuelven a 8 bit, lentas como el recuerdo de aquellos tiempos de Sligo, de la Tend Fest. 

La música me lleva, pero también la literatura, y tal vez aquí está —según releo las líneas anteriores— En busca del tiempo perdido, de la que estoy terminando el terminando el tercer volumen...

La música siempre me lleva a sitios: esta mañana pensaba en cómo la música tenía esa versatilidad en que la partitura puede ser interpretada por diferentes músicos transmite otra calidez, otra intención, otra calidad. Cómo llevar esa posibilidad a la literatura: imposible o indebido: no hablo de rapsodas, me refiero a que si en el texto cambiamos una coma lo estamos cambiando todo. En el texto es cada lector quien da su impulso y su tono. Claro que el autor puede jugar: robar píxeles, notas, bits... ¿cual sería el símil para el texto? Tal vez la memoria fragmentada, pero no sé lo que quiere decir eso y, provablemente, ya se haya hecho.

Y por ahí va encaminado el tema, como me dice Luis Mundaca:
... una forma de sintetizar el cuento para que, de una forma un otra, pueda ser desdoblado, alguna encriptación. Cómo hacer para que un cuento sea mal escuchado o, un caso así, no escrito por completo pero que mantenga toda la información inicial. ¿Existe el cuento entrópico?
Yo no hubiera dicho mejor. Sonia tiene razón en lo que dice, refiriéndose al microrelarto como opción,  pero no va por ahí mi idea que es más de índole creativa: el microrelato es el pixel, la imagen a través del aumento del pixel es otra forma de creación, no es el recorte de un cuadro de Turner sino una reinterpretación. O como dice Luis:
Supongamos que escribo: “El hombre se sentó en una silla del bar”, ¿Podemos decir que se mantiene la información de tal frase si escribo: “Hombre se sentó en silla bar”?