26 marzo, 2010

Por culpa de Onetti

Primera foto que vi de Onetti, o que recuerdo, recortado, exento de su salón en los Cuentos Completos de Alfaguara.

Yo, 35 años, caucásico, 1.84 m. Contento que estaba con mi ritmo de lecturas de este año, con todo lo que estaba aprendiendo.
Había leído los Cuentos Completos que Alfaguara publicó en esa colección que a finales de los noventa: Cortazar, Benedetti y Onetti, son los que yo compré. Muy bien Onetti, pero no había leído sus novelas.
Tenía apuntado en mi libreta de Hostal Praga una pequeña palabra: "Juntacadáveres", pero no me había puesto, y el caso es que tras las lecturas de este mes (cuatro novelas de Bolaño, la Historia Universal de la Infamia que no había leído desde 1994, la tesina de María Pizarro sobre Rossi que había leído a fragmentos y no de un sentada en 2000, ...), después de eso me apeteció más una novelita más corta que tenía de la colección de El Mundo: El astillero. Me la he leído dos veces, luego ya solo fragmentos.
Así que nada, creo que de momento ni Juntacadáveres ni El ruido y la furia, que leí hace siete, ocho años, diez, por decir algo, y que tenía ya en el cabecero de la ama porque le ando otra vez con ganas.
¿Soy un exagerado? Lo soy, pero es que me ha gustado mucho, como cuando de pequeño mi padre me dió 100 pesetas para ir al kiosco y me dijo que las gastase de forma razonada. Me compré 100 gominolas de peseta, de unas que me gustaban mucho, de colores, pequeñas señales de tráfico. ¿Por qué te lo has gastado todo y en lo mismo? Porque me gustan me van a durar y me daban mucha cantidad por 100 pesetas. Eso dije y recuerdo que mi padre se sintió satisfecho, porque debió notarse que me lo había pensado muy mucho.
Por eso me la he leído dos veces y pico y ahora no me apetece otra cosa y que me voy a gastar los veinte duros que le qudan al mes con una tercera lectura de El astillero.